Los colores desde tiempos ancestrales siempre han estado envueltos de una simbología mística. Y una de las características del ser humano es la percepción, ya sea positiva o negativa, del espacio que le rodea. Por eso es importante tener en cuenta las tonalidades cromáticas que nos rodean para vivir en un lugar de paz y armonía.

Si queremos tener una habitación que transmita lujo, sabiduría y creatividad deberíamos decorarla con tonalidades púrpura. Ésta siempre ha estado vinculada con la realeza ya que para ellos simbolizaba poder, ambición y riqueza. Además es un color muy versátil ya que para los niños el púrpura también representa la magia y el misterio. Y si le añadimos un toque de brillantez a este podemos darle un toque de feminidad.

Pero ojo con qué tipos de colores empleamos en nuestra habitación, porque dependiendo de la tonalidad nos puede transmitir diferentes sentimientos. Por ejemplo el púrpura claro nos producirá un sentimiento de nostalgia y romanticismo, ideal para parejas. En cambio, si predomina un púrpura más oscuro, puede evocarnos un sentimiento de melancolía, tristeza o incluso frustración.

Quién desee decorar su habitación de este color, lo ideal sería seguir la “regla del 60-30-10”. Para ello se deberán escoger tres colores que den continuidad uno detrás del otro. El color que ocupará la mayor parte del espacio deberá ser un 60 por ciento, mientras que un 30 por ciento para el color secundario y un 10 por ciento para el último. De esta manera, el color primario será el que atraerá la atención del observador y despertará un cierto interés por el secundario. El último color será el pequeño detalle que marcará la diferencia y le dará un toque especial y único.

Dos colores ideales para darle continuidad al color púrpura son el blanco y el azul. El primero de estos representa la bondad, la inocencia y la luz. Por otro lado el azul es sinónimo de estabilidad, inteligencia y fe. Todos estos atributos son indispensables para un equilibrio entre mente, cuerpo y espíritu que nos llevará hacia una vida plagada de éxitos y satisfacciones.