El 2016 supuso un punto de inflexión clave para el mercado inmobiliario, con un crecimiento impulsado por la estabilización de los precios, las mayores facilidades de financiación y el potencial de la rentabilidad de las viviendas respecto a otros productos de inversión.

Estos buenos datos también se confirman en las viviendas de lujo, cuyas ventas aumentaron en 2016 un 31% respecto al año anterior. Estas viviendas de ‘alto standing’ van desde enormes villas con primeras calidades y servicios exclusivos, apartamentos de diseño, hasta casas únicas como castillos o palacetes. En este tipo de viviendas encontramos todo tipo de detalles y comodidades, con materiales de primera calidad y con una excelente distribución de los espacios. Muchas de ellas se encuentran situadas en zonas exclusivas rodeadas de servicios como campos de golf, clubs, tiendas, restaurantes, spas, playas o puertos deportivos.

Clave es que una empresa de comercio exterior de solvencia ejecute todo lo necesario para importar materiales de lujo a nuestro país.

Las viviendas de lujo siguen siendo propiedades muy demandadas por compradores extranjeros, aunque la tendencia actual destaca el incremento del interés por compradores nacionales por este tipo de casas, duplicando prácticamente las cifras. Según datos de la inmobiliaria especializada Lucas Fox, el 65% de las compras de vivienda de lujo son realizadas por extranjeros, mientras que el 35% son de compradores nacionales.

Este informe señala que, además del comprador nacional, los países con mayor peso en el sector de las viviendas de lujo son Reino Unido, países de Oriente Medio, países nórdicos, Francia y EEUU. Otros países con fuerte presencia entre el mercado de las viviendas de lujo son Alemania, Holanda, o Suiza.

 

La actualidad política y económica ha influenciado la decisión de este tipo de comprador. En esta tendencia vemos como el comprador británico ha visto frenado su impulso, fundamentalmente por el Brexit y la devaluación de la libra esterlina. El comprador de oriente medio y escandinavo, habituales compradores de viviendas de lujo en destinos turísticos consolidados como la Costa Blanca, han incrementado su peso. También se observa un repunte del comprador de EEUU, influenciado por la llegada del nuevo presidente Donald Trump. Finalmente, cabe destacar que el comprador español se ha lanzado decididamente a la vivienda de lujo, representando el mayor crecimiento, debido la recuperación económica española.

En cuanto al interés del comprador, solo el 30% compraron la vivienda de lujo como primera residencia, mientras que el 43% lo hicieron para disponer de una segunda residencia y el 20% lo hicieron como inversión. Destaca también que la compra de vivienda de lujo como inversión supuso un aumento del 22%.

Otra tendencia destacable es el incremento de la demanda de arquitectura moderna y vanguardista y tecnología punta para viviendas de lujo en ubicaciones privilegiadas, siendo incluso estas comodidades el principal objetivo del comprador de las viviendas de lujo.

Del informe también se desprende el interés en vivienda de lujo de obra nueva, con una oferta cada vez más limitada en zonas turísticas como Altea y la Costa Blanca. En muchas de estas localizaciones, especialmente en primera línea de playa, el comprador de vivienda de lujo solo tiene opción de comprar propiedades viejas existentes para demolerlas y construir de nuevo.