No sabemos su valor exacto pero la torre Antilia, en la India, es probablemente la casa más cara del mundo. Esta estimación surge de tener en cuenta sus características y su propietario. Este inmueble de lujo es de Mukesh Ambani, uno de los diez hombres más ricos del mundo, y tiene 174 metros de altura y más de 37.000 metros cuadrados. Está situada en la lujosa calle Altamount de Bombay y sus dimensiones son similares a las de un edificio de 40 plantas.

Pero no solo llama la atención por sus dimensiones, sino también por su diseño, inspirado en los jardines de Babilonia, y que hace que destaque entre todas las casas de lujo que hemos recogido en nuestro blog. “Hicimos nuestra casa en alturas porque queríamos la luz del Sol… Así que es una casa elevada arriba de un jardín”, cuenta la esposa de Ambani, Nita, en una entrevista publicada en la edición de junio de la revista Vanity Fair que recoge la BBC. El inmueble tiene helipuertos, spa, teatro, salón de baile, una enorme biblioteca, comedores extravagantes, opulentos suelos de mármol y hasta una habitación de nieve, además de varios pisos de aparcamiento y una serie de jardines. Tampoco falta una habitación para la oración, común en muchas casas indias. En definitiva, una ciudad en miniatura.

Según explica la mujer de Ambani, la familia se instaló allí en septiembre, desmintiendo las especulaciones de los medios sobre si la familia vivía o no en la propiedad. El diseño, según su propietaria, se basa sobre las flores de loto y el Sol, y está decorada con materiales que incluyen maderas raras, mármol, madreperla y cristal, trabajadas por artesanos indios.

Informaciones publicadas en prensa señalan que podría costar mil millones de dólares, unos 784 millones de euros, superando así récords en precios de casas de lujo. Por ejemplo, ha ganado ampliamente el récord del ruso multimillonario anónimo que pagó 500 millones de euros en 2008 por la mansión “Villa Leopolda”, en la Costa Azul francesa.

La construcción de la vivienda ha corrido a cargo del estudio norteamericano Perkins+Wills, una de las firmas de arquitectura más importante del mundo, y los interiores han ido a la cuenta de resultados de sus colegas de Hirsch Bedner Associates. Además de los servicios y estancias señaladas, la casa tiene salones, sala de cine, gimnasio, 168 plazas de garaje y es más grande incluso que el Palacio de Versalles.

Cuenta con los más sofisticados sistemas de ahorro de energía y se ha construido tratando de utilizar solo materiales locales. El interior se ha decorado y diseñado bajo la influencia del Vaastu, una tradición india similar al Feng Shui chino que, supuestamente, permite que las energías positivas se desplacen por el edificio. Desde la azotea y los pisos superiores (donde están situados los dormitorios de la familia) se ve una vista panorámica de toda la ciudad y el Mar Arábigo.

La familia, que se ha mudado recientemente a la casa, está formada solo por cinco miembros: el señor Ambani, su mujer y sus tres hijos. A ellos se sumarán las 600 personas de servicio que cuidarán de que en la casa no falte nada. Los expertos dicen que no hay otra propiedad privada de este tamaño y prominencia en el mundo.

La exhibición de este lujo ha suscitado críticas. Algunos aseguran que la edificación es demasiado ostentosa para una ciudad como Bombay, donde millones de personas viven en villas miseria y cientos de miles no tienen techo.