Si te pregunto si vivirías bajo tierra, ¿sabrías que responderme? Pues la arquitecta Laura Clark no se lo pensó dos veces. Y es que esta ingeniosa arquitecta decidió cambiar vivienda por un antiguo baño público subterráneo. Una auténtica casa de lujo bajo tierra donde las características de los diseños de casas no se olvidan y el lujo se presenta tanto en el interior como el exterior.

Este original apartamento se encuentra en el sureste de Londres, una auténtica delicia por su ubicación y sus comodidades. El precio del apartamento ha resultado mucho más barato que comprar una vivienda en la zona. Tiene una entrada propia con un pequeño jardín, la luz natural no falta en ningún momento por sus grandes vidrieras en el techo, que hace que la luz del sol se utilice hasta el último momento.

Su idea inicial nació en 2005 al encontrase el lugar tapiado y olvidado por todos. Ella asegura que la arquitectura ayuda a la regeneración de la zona, y las zonas más pequeñas son su pasión. En primer lugar decidió montar un bar y un pequeño cine, al unir el baño de hombres y mujeres, pero la cosa cambió mucho.

Ante la situación económica que comenzaba a llegar decidió que esa idea inicial no sería muy fructífera. Decidió incluso montar una pequeña tienda o local comercial, pero la crisis económica acababa con sus proyectos.

Pero un buen día decidió montar un apartamento en ese lugar, un apartamento elegante y cómodo de un solo dormitorio. Y lo que fue peor para todos, decidió vivir ella allí. Tras poder demostrar a las autoridades competentes que era un sitio habitable y que recogía todas las características necesarias, se encontró con que los baños públicos no estaban inscritos en el Registro de la Propiedad.

Tras varios meses a la espera de arreglar la situación, encontrar al dueño de los baños que fueron construidos en 1929 y otorgarle la posibilidad de la compra. Llegó el momento de la obra.

La arquitecta asegura que fue un trabajo muy duro, buscaba que la luz del sol fuera primordial, la limpieza y la adecuación del lugar deberían ser óptimos para facilitarle el día a día allí y que las autoridades le dejaran habitar el lugar.

Tras varios meses de duro trabajo su final llegó, con un apartamento bajo el brazo con todo lujo de detalles y acondicionamiento, en una de las mejores zonas de Londres con un precio total de 65.000 libras.

La casa dispone de amplias vidrieras opacas en el techo de cada habitación con acceso directo a la calle y así poder pasar la luz del sol. Suelo de madera en toda la casa, paredes blancas que le dan la amplitud que la zona necesita y una decoración bastante exquisita incluida en los baños con el glamuroso pan de oro.

Este es un claro ejemplo de que la arquitectura nos puede enseñar y ayudar a que las zonas pueden ser acondicionadas y reutilizadas. Así ganaremos en seguir dándole vida a un edificio que perfectamente puede seguir utilizándose y vivir en un histórico lugar.

Fotos de telegraph