Calidad y excelencia en los diseños. Estas son de las principales características que definen al sector del mobiliario español. Aquellas personas que están decorando su vivienda o que quieren darle una vuelta al interiorismo de sus casas o mansiones, encontrarás en las empresas de nuestro país –fabricantes, proveedores, etc.-, propuestas que rozan la excelencia, con todo tipo de materiales y estilos.

En este caso, estos son profetas en su tierra. Es decir, los españoles, por lo general, reconocen el excelente nivel que hay en lo que a muebles se refiere. Y también lo son en el extranjero. Muchas compañías están exportando sus productos a otros países, un público que ayuda a aliviar algunas maltrechas cuentas de resultados y que está dando más trabajo si cabe a agentes de aduanas así como a todos los profesionales y entidades relacionadas con la exportación. “Es la única manera de contrarrestar el debilitamiento del consumo interno”, explica Juan Carlos Muñoz, presidente de la Asociación Nacional de Industriales y Exportadores de Muebles de España (Anieme).

Los principales demandantes de muebles españoles proceden tanto de mercados tradicionales de la Unión Europea como de países emergentes de Oriente Medio y África Subsahariana. Francia lidera como compradora de estos bienes materiales, representando el 31% de las exportaciones de mobiliario. También son importantes las compras que realizan Portugal e incluso Rusia. Entre los mercados que más están creciendo, Guinea Ecuatorial, Arabia Saudí y Reino Unido.

Las empresas que más partido están sacando de estas exportaciones de muebles para decoración e interiorismo proceden en su mayoría de Cataluña. Les sigue la Comunidad Valenciana, Galicia, Madrid, Andalucía y País Vasco. Todas ellas le plantan cara día a día, con trabajo duro y esfuerzo, a empresas como Ikea, que siempre será mirada con recelo por parte del sector del mueble. Sin embargo, Muñoz asegura que se trata de “un negocio como otro cualquiera, un competidor más”.