Una de las últimas modas que se llevan al otro lado del Atlántico, concretamente en Nueva York, es dormir al aire libre. Nos olvidamos de mansiones, habitaciones y casas lujosas. Y es que gran parte de los mejores hoteles de Nueva York están llevando a cabo esta tendencia. Así sus habitaciones se asientan en sus techos con terrazas y jardines.

Esta nueva tendencia es conocida como “Glampling”, donde la unión del camping con el glamour dejan atrás las noches en el bosque.

La idea principal es que el visitante se relaje contemplando la belleza de los míticos rascacielos de Manhattan desde su cama o tienda de campaña. En una de las ciudades donde más contaminación lumínica existe, estos rascacielos iluminados se convierten en una galaxia aparte.

En concreto el hotel AKA Central nos ofrece una habitación a nivel de cinco estrellas, pero en el piso 17 al aire libre. Una cama del tamaño “Queen Size” nos espera con velas, fuego en la chimenea y un telescopio gigante. Los rascacielos que podrás ver desde su ubicación será los rascacielos de la zona de Midtwon por tan sólo 1.995 dólares la noche.

El otro hotel que lo ofrece es el Affinia Gardens, ofrece otro tipo de alejamiento. En esta ocasión podrás disfrutar una noche en el jardín de una suite del Upper East Side, dentro de una tienda de campaña. Con precios de unos 300 a 700 dólares, según temporada.

Y es que no hay nada que defina mejor la ciudad de los rascacielos. Sus luces, su movimiento y su vida las 24 horas del día que invita a vivir la ciudad en sus calles. Es otro punto de vista de la ciudad que pocas veces podrás apreciar.

Dormir bajo estrellas fijas y algunas rojas parpadeantes, el lejano ruido de los coches y las frescas temperaturas de la gran manzana. Ofrece una oportunidad única que no podrás vivir si observas la ciudad tras el marco de una ventana.

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Autor Zaida Guzmán

Foto de elcomercio